Por Pablo Borrás García, CEO de 2bedigital
La inteligencia artificial (IA) está transformando el marketing digital a un ritmo vertiginoso. Plataformas como Google Ads, Meta Ads, TikTok Ads y Amazon Ads han integrado sistemas automatizados que prometen gestionar campañas con mayor eficiencia y menor intervención humana. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que confiar ciegamente en la IA sin una estrategia supervisada puede ser un error costoso para las empresas.
Las herramientas publicitarias basadas en IA optimizan pujas, segmentaciones y anuncios en tiempo real, pero sin la intervención humana adecuada pueden cometer errores graves que afectan la rentabilidad del negocio. Un ejemplo recurrente es el de las campañas automatizadas de Google Performance Max, que pueden inflar métricas como el ROAS incluyendo tráfico de marca dentro de los resultados, dando una falsa impresión de éxito sin realmente atraer nuevos clientes. Otro caso común se da en Meta Ads, donde la IA puede dirigir el presupuesto hacia audiencias demasiado amplias o poco relevantes, aumentando los clics pero sin garantizar conversiones reales.
La IA Publicitaria: ¿Aliado o Riesgo para las Empresas?
La automatización en publicidad digital ha permitido escalar campañas y optimizar presupuestos en tiempo real. Sin embargo, los algoritmos tienen limitaciones que pueden impactar negativamente los resultados. La IA trabaja en función de los datos que recibe y, si estos no están bien configurados o interpretados correctamente, puede generar despilfarro de presupuesto y reducir el retorno de inversión (ROAS).
Un caso claro es el de Performance Max de Google Ads, una de las campañas más automatizadas de la plataforma. Aunque su promesa es optimizar la inversión publicitaria en todos los canales de Google (búsqueda, display, YouTube, Gmail y Discovery), muchos anunciantes han reportado problemas como falta de transparencia en los datos y dificultad para controlar la segmentación. La IA de Google puede priorizar conversiones fáciles (como tráfico de marca) en lugar de enfocarse en atraer nuevos clientes, lo que resulta en una falsa sensación de éxito si no se analiza correctamente.
En el caso de Meta Ads (Facebook e Instagram), la IA gestiona automáticamente el presupuesto para mostrar anuncios a las personas con mayor probabilidad de conversión. Sin embargo, si no se configura correctamente, puede dirigir el tráfico a usuarios que ya interactúan con la marca en lugar de buscar nuevos clientes, lo que limita el crecimiento del negocio. Un estudio reciente mostró que el 40% del presupuesto de anunciantes sin supervisión estratégica se destinó a audiencias mal segmentadas, reduciendo la tasa de conversión en un 30%.
Otro ejemplo lo encontramos en TikTok Ads, donde la IA de la plataforma optimiza anuncios en función del engagement, pero esto puede ser engañoso. Empresas que han utilizado TikTok Ads sin control humano han visto que el algoritmo favorece interacciones virales pero sin impacto real en ventas, generando un alto volumen de visualizaciones con baja conversión a clientes reales.
Casos Reales: Problemas al Depender Exclusivamente de la IA
Existen numerosos casos donde las empresas han experimentado caídas en rendimiento publicitario por depender exclusivamente de la IA en plataformas como Google, Meta, Amazon y TikTok. Estos son algunos ejemplos:
- Google Performance Max y la pérdida de control en la segmentación: Un e-commerce de moda implementó Performance Max sin intervención manual y vio cómo su presupuesto se gastaba mayormente en tráfico de marca, generando un ROAS artificialmente alto. Al no poder distinguir entre nuevos y antiguos clientes, el crecimiento real de la empresa fue cero.
- Meta Ads y la sobreexposición de anuncios: Un retailer de lujo usó Meta Advantage+ sin ajustes y descubrió que su CPA había aumentado un 40% porque la IA mostraba anuncios repetidamente a los mismos usuarios, reduciendo la efectividad de la campaña.
- TikTok Ads y la falta de conversión: Una marca de tecnología invirtió en campañas automatizadas de TikTok esperando un alto volumen de ventas. Aunque obtuvo millones de visualizaciones, el CTR y la conversión fueron mínimos, ya que la IA priorizaba contenido llamativo en lugar de audiencias listas para comprar.
- Amazon Ads y la inversión en palabras clave irrelevantes: Un vendedor confió en las campañas automáticas de Amazon sin monitoreo, lo que llevó a un aumento del 50% en costos publicitarios sin incremento en ventas, ya que la IA promocionaba productos en términos de búsqueda genéricos y poco relevantes.
Estos ejemplos muestran cómo la falta de supervisión humana puede hacer que la IA tome decisiones que perjudican la rentabilidad de la empresa. Sin una estrategia bien definida, los algoritmos pueden desperdiciar presupuesto en audiencias incorrectas, métricas infladas y tráfico de baja calidad.
Las Agencias de Performance Marketing: Claves para la Rentabilidad
Las agencias de performance marketing se han convertido en actores fundamentales para garantizar que la IA publicitaria trabaje a favor del negocio y no en su contra. Su función es combinar la inteligencia artificial con la inteligencia humana, asegurando que la automatización no reemplace la estrategia ni la creatividad.
¿Qué aportan las agencias de performance marketing?
- Optimización de la segmentación: Las agencias analizan datos de campañas automatizadas y ajustan audiencias para evitar que la IA gaste presupuesto en usuarios poco relevantes.
- Supervisión y ajustes constantes: En lugar de dejar que los algoritmos funcionen en piloto automático, los especialistas revisan métricas y aplican correcciones estratégicas.
- Control de presupuesto y pujas: Evitan que las plataformas publicitarias aumenten el gasto sin control, ajustando la inversión en función de objetivos de negocio y no solo de métricas superficiales.
- Pruebas A/B y creatividad estratégica: No se limitan a las creatividades sugeridas por la IA, sino que desarrollan anuncios adaptados al público objetivo para maximizar el CTR y la conversión.
- Uso de herramientas avanzadas de analítica: Implementan dashboards y modelos de atribución para evaluar correctamente el impacto de la inversión publicitaria.
Conclusión: La IA Publicitaria Necesita Supervisión Humana
La inteligencia artificial ha revolucionado la publicidad digital, pero su uso sin estrategia puede generar más problemas que beneficios. Las empresas que dependen exclusivamente de la automatización corren el riesgo de desperdiciar presupuesto, perder control sobre su inversión y obtener resultados engañosos.
La solución no es rechazar la IA, sino utilizarla con inteligencia. Las agencias de performance marketing como 2bedigital desempeñan un papel clave al garantizar que los algoritmos publicitarios trabajen a favor del negocio, alineando la automatización con objetivos reales de rentabilidad y crecimiento. En un mundo digital cada vez más competitivo, aquellas marcas que combinen la IA con el expertise humano serán las que realmente logren escalar su negocio de manera sostenible y rentable.
